Encontramos Darna Falafel totalmente por casualidad en el pintoresco barrio de Cobble Hill en Brooklyn. Realmente estábamos buscando otro lugar, pero estaba cerrado y necesitábamos un buen sitio para comer antes de seguir el camino. Paramos en un semáforo, miré hacia arriba y allí estaba Darna Falafel con su pequeña fachada, una mesa de madera y un banco de hierro en el patio. Las plantas y la promesa de un falafel delicioso nos llevaron hasta la puerta para disfrutar de una comida saludable y un alto perfecto en el camino.
Lo que me impresionó de inmediato fue la energía cálida y acogedora de este pequeño restaurante. Con solo tres o cuatro mesas pequeñas, no había mucho espacio para sentarse, pero cada una tenía un pequeño florero con flores naturales. La mesa de madera, cuidada y elegante, completaba la imagen de un refugio acogedor y apetecible en un fresco día de otoño. Al mirar la carta vimos varias opciones que queríamos probar junto con una lista muy tentadora de batidos naturales. Pedro se decidió por el shawarma de cordero y yo pedí el sándwich de pan de pita con falafel. Ambos venían acompañados de una ensalada, y Pedro añadió un batido de zumo natural de naranja y fresa para completar la comida.
Mientras esperábamos la comida entraron dos niños recién salidos del colegio, mochilas al hombro, saludando con un “hola” al hombre detrás del mostrador; pedían patatas fritas y un refresco. Poco después entraron un par de amigos que se acomodaron junto a la ventana, envueltos por los rayos del sol de la tarde. Por último, una abuela con un colorido fular y bastón pidió su plato de falafel. Estaba claro que este local era un punto de encuentro del barrio.
Nuestros platos estaban deliciosos. La pita de falafel incluía cinco crujientes “albóndigas” con una salsa casera de tahini, una mezcla perfecta de texturas con una ensalada fresca. El wrap de cordero de Pedro también estaba exquisito, con la carne cocinada a la perfección, lechuga, tomate y una salsa de tzatziki suave. Su batido, quizá lo más bonito de la comida, parecía una puesta de sol en un vaso y sabía a gloria.
Al salir me di cuenta de que había un banco junto a un árbol frente a la tienda, pensado para quienes quisieran sentarse y disfrutar del falafel al aire libre. Dos niños y una madre merendaban allí, rodeados de plantas que daban al lugar un aire de pequeño oasis urbano. Sin duda, fue una joya escondida que tuvimos la suerte de descubrir en nuestro paseo por Brooklyn.
Si buscas un sitio donde comer saludable y auténtico en Brooklyn, Darna Falafel es una parada muy recomendable. Nos encantó su ambiente casero, la energía local y las muchas opciones nutritivas de su menú. Además, los precios son muy razonables y las porciones generosas. También ofrecen servicio a domicilio si te alojas en la zona, y está cerca de lugares como el Museo del Tránsito de Nueva York o el Paseo de Brooklyn Heights, así que puedes combinar la visita con un paseo por el barrio.
Darna Falafel
200 Court St, Brooklyn, NY 11201
Abierto todos los días: 10:45 – 22h
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