16 Cosas que nunca has preguntado sobre Nueva York (y sus respuestas)

Sabemos que hay muchas curiosidades sobre Nueva York que nunca te habías preguntado. Te contamos detalles singulares y realmente útiles para para ti como viajero, a través de preguntas inéditas sobre una de las ciudades más icónicas del mundo.

Nueva York es una ciudad aparte. De hecho, incluso para los estadounidenses Nueva York es otro mundo que no tiene nada que ver con los pueblos y las otras ciudades de Estados Unidos. Es cierto que muchas cosas sorprenden a los viajeros la primera vez que pisan la ciudad, y hemos pensado en esta lista de cosas que más chocan a los que no han crecido en la Gran Manzana (y luego intentaremos explicarte la locura). Aquí tienes 16 cosas que nunca habrías pensado preguntar sobre Nueva York antes de visitar la ciudad.

1. ¿Qué son más largas, las avenidas o las calles?

Cuando estás intentando decidir si deberías caminar o ir en metro, es conveniente saber que los bloques de avenidas (caminando en dirección este-oeste) en Manhattan son casi el doble de largas que los bloques de las calles. Es fácil caminar 30 calles sin pensar mucho, ¡pero camina 30 avenidas y habrás cruzado la isla de Manhattan dos veces!

2. ¿Las farmacias realmente son farmacias, o solo supermercados?

Nuestras farmacias son mucho más que la parte de farmacia. Hay turistas que piensan que no contamos con farmacéuticos, porque hay una parte muy grande donde puedes comprar medicinas que no requieren recetas. Pero en la parte posterior de las tiendas hay todo un equipo de farmacéuticos dispuestos a ayudarte. Luego estas “farmacias” también venden comida preparada, meriendas, bebidas, cerveza, juguetes, revistas, libros, maquillaje y productos de limpieza entre otras cosas que puedas necesitar para la vida cotidiana. Creo que esta tendencia ha crecido de las ganas de parar una vez y hacer toda la compra de golpe camino a casa. La verdad es que es muy útil.

3. ¿Cómo podéis comer tanto en los restaurantes?

Las cantidades de comida en los EE. UU. ha ido creciendo a lo largo de los años. De hecho, mi madre me promete que incluso la hamburguesa típica de McDonald’s ha crecido desde que ella era pequeña en los años 50. Me lo creo porque ahora Pedro y yo pedimos un plato para compartir y casi siempre que decidimos probar dos platos diferentes dejamos la mitad de la comida o lo llevamos con nosotros para cenar luego. Es una locura, pero si sabes compartir, puedes ahorrar un poco de dinero.

 4. ¿En qué restaurante de Little Italy debería comer?

No quiero quitar la ilusión de nadie aquí, pero hace tiempo que los mejores restaurantes italianos no se encuentran en la Pequeña Italia, en el sur de Manhattan. Por supuesto se puede comer bien, pero los mejores sitios están en Greenwich Village o en Arthur Avenue, en el Bronx.

5. ¿Por qué hay tantos cambios de servicio en el metro los fines de semana? ¡Qué lío!

El metro de Nueva York es muy eficiente cuando consideramos la cantidad de personas que tiene que transportar a diario y que no cierra nunca. Dicho esto, también tiene sus inconvenientes. A veces hay problemas y tienen que cerrar una línea inesperadamente o pueden cambiar de trayecto. Por ejemplo, la línea E podría operar por las vías de la línea F. Además los fines de semana vienen menos trenes. Es un lío, pero casi siempre ponen anuncios escritos en inglés, español, chino y cualquier otro idioma que la MTA decide que sea conveniente. No digo eso para asustarte, solo para advertir que el metro es una aventura más y hay que verlo como tal.

6. ¿Es seguro usar esos cajeros automáticos en los supermercados y restaurantes?

Si necesitas sacar dinero en Nueva York, lo mejor es ir a un banco con cajero automático. Las máquinas más pequeñas en los supermercados o las tiendas de esquina pueden cobrarte una pasta para sacar dinero, y a veces incluso te pueden robar el número de la tarjeta, así que es mejor evitarlas completamente. Si tu banco normal tiene algún acuerdo con los bancos de EE.UU. conviene preguntar antes de viajar para poder aprovechar las tarifas. Casi siempre se puede pagar con tarjeta de crédito en los EE.UU. pero hay algunos restaurantes que todavía exigen un importe mínimo para poder usar la tarjeta, o solo aceptan pagos en efectivo.

7. ¿Por qué la gente tiene tanta prisa en el metro?

Una cosa que molesta mucho a cualquier neoyorquino es la gente que intenta subir al metro antes de que tengan la oportunidad de bajar. Si estás en la puerta pero quieres seguir montado, lo mejor es dar un paso para fuera, sujetar la puerta con tu brazo y dejar pasar a todo el mundo. Luego serás el primero en volver a subir cuando todos han bajado. Es un sistema eficiente y como dicen en el metro “Step aside to speed the ride.” (Dejar pasar para llegar antes.)

8. ¿Por qué la gente se enfada tanto si me paro en la acera?

Los neoyorquinos siempre tenemos mucha prisa. Así que si tenéis que parar a mirar el mapa o quieres sacar una foto, nos parece fenomenal. Solo retírate de la parte principal de la acera. La gente tiene su ritmo y no quieren pararlo para los turistas (cosa que también veo en las grandes ciudades de España). No pasa nada, únicamente piensa en la acera como si fuera una mini carretera, y para hacer una pausa muévete hasta el arcén. Es fácil.

9. ¿Dónde va todo mi dinero en Nueva York?

En Nueva York, las cosas siempre cuestan más de lo que esperabas. Se puede hacer un presupuesto por día y más o menos seguirlo, pero te va a resultar difícil. Nosotros solemos apuntar en el móvil todo lo que gastamos durante los viajes y así controlamos. Si nos pasamos de presupuesto un día, intentamos ajustar el cinturón el día siguiente. Pero es cierto que los precios son muy elevados en Nueva York. Una cerveza solo viene en tamaño de pinta y te cuesta entre $7 y $10 aunque sea de grifo. Es saberlo de antemano y poner un presupuesto realista. Por ejemplo unos $100 al día por persona para las comidas y entradas.

 10. ¿La gente no exagera con lo mucho que andas en Nueva York?

No. Mi mejor consejo para un viaje a Nueva York es que vayas con un buen par de zapatillas. Aunque utilices el metro, acabas caminando bastante entre paradas o incluso prefieres caminar porque ves más de la ciudad. De hecho, no verás mucha gente con sobrepeso en Nueva York porque andamos a todas partes. Y si te preocupa la moda – no hace falta. Hemos visto de todo en Nueva York y a nadie le importa cómo vas. De hecho, he visto a gente en el teatro con zapatillas y vaqueros al lado de gente vestida con tacones y vestido negro. Aquí lo que importa es la comodidad y funcionalidad.

11. ¿Por qué siempre veo a la gente con el café para llevar?

En Nueva York el desayuno se toma en la calle y en vasos especiales para llevar. Hay muchos sitios donde puedes comprar un café y un bagel, o un croissant que también puedes pedir para llevar. Lo más típico es comerlo en la oficina, pero también se puede comer en el local. Si tengo que recomendar un desayuno puramente neoyorquino, sería un bagel con salmón y queso Filadelfia con un buen café. (Aunque mi preferido es un bagel everything, con queso y huevo revuelto).

12. ¿Dónde puedo comer algo rápido pero medio saludable?

A nosotros nos gusta mucho una cadena que se llama Pret A Manger. Tienen muchos locales en todas las zonas de Manhattan y en él puedes elegir una sopa y un sándwich, o una ensalada para comer. La sopa de lentejas es la mejor que hemos probado en Nueva York, y a Pedro le encanta el sándwich de pollo con beicon crujiente.

13. ¿Y la obsesión con el brunch?

En Nueva York te reúnes con tu pareja o tus amigas para el brunch los fines de semana. Casi siempre hay que hacer una reserva o esperar en la cola, pero es todo un ritual con su mimosa o bloody mary, su café y su conversación. Si buscas un sitio lleno de neoyorquinos no va a ser una hamburguesería como el Burger Joint tanto como un sitio de brunch. Y aquí tenemos unos cuantos para probar.

14. ¿Cómo sabes si estás en el lado Este u Oeste de Manhattan?

Esta pregunta es más fácil de responder. La Quinta Avenida separa el lado Este (East Side) y el lado Oeste (West Side) de Manhattan. Eso importa más que nada cuando estás buscando una dirección, o si quieres saber cómo llegar a un local. Para moverse entre un lado y otro casi siempre la mejor opción es en autobús o a pie. Desafortunadamente no están muy bien comunicados por metro (aunque tienes la línea L y la S además de algunos que cruzan mientras suben las calles poco a poco como la N, R, Q o W).

 15. ¿Pero, no os encantan las ardillas?

Vamos a hablar con seriedad sobre las ardillas. No es que no nos caigan bien. Es que son muy normales hasta el punto de no tener ninguna importancia para nosotros. Cuando yo era pequeña, en el jardín de mi casa siempre había ardillas saltando al árbol, en el parque vimos muchas más e incluso hasta llegar a ser mayores pues son como los pájaros. Sencillamente nunca pararíamos a sacar una foto de una ardilla, pero eres más que bienvenido a hacer las fotos que quieras, aunque eso sí, a lo mejor no es buena idea tocarlas. Al fin y al cabo son primas de las ratas y pueden tener enfermedades.

Y por último la pregunta más frecuente que jamás habrías pensado preguntar antes de ir a Nueva York…

16. ¿Por qué las habitaciones de hotel son muy, pero que muy pequeñas?

Todo en Nueva York es pequeño. Los pisos son pequeños hasta el punto de no tener lavadora ni lavaplatos. A veces ni siquiera tiene un horno completo o una nevera de tamaño familiar. Es una cuestión de espacio y la isla de Manhattan no crece. Así que los hoteles tienen que aprovechar el espacio a tope y las habitaciones son pequeñas. Es parte de la experiencia neoyorquina; pero si vas preparado para el espacio reducido incluso te puede resultar ingenioso cómo utilizan el espacio. Al fin y al cabo en el hotel solo vas a dormir… o quizás ver la tele un poco, y si te molesta la maleta, la solución es deshacerla y poner todo en el armario. Guardas la maleta en un rincón y vuelves a hacer la maleta al final del viaje.

¿Tienes más dudas culturales sobre Nueva York? Reconocemos que es un mundo aparte, pero un mundo que amamos con locura y ¡no podemos imaginarlo de otra forma! Vive la experiencia.